"El flamenco se canta con faltas de ortografía" (Rancapino).
El flamenco es un arte de transmisión oral que, durante mucho tiempo, se ha preservado, fundamentalmente, en el seno de grandes dinastías gitanas de la Baja Andalucía, transmitiéndose de generación en generación en el ámbito familiar y en el barrio. En sus letras hay un poso de rebeldía, fruto de la persecución y la marginación. Durante los años 30, se dedicaron fandangos al capitán de Jaca Fermín Galán y a las «banderitas republicanas». Por otro lado, a lo largo de los últimos años del franquismo y la Transición, numerosos artistas adquirieron un claro compromiso sociopolítico. Del duro trabajo en el campo y las noches en vela cantando para los señoritos en las ventas, los flamencos pasaron a los tablaos y los festivales veraniegos, primero, para alcanzar después, los teatros. Los profesionales del arte jondo gozan hoy de mayor consideración social que nunca, aunque en el camino se hayan perdido muchas cosas. La crónica de esta evolución la hacen aquí sus propios protagonistas: Antonio Mairena, El Sordera, Farruco, Juan Habichuela, Juan Varea, Rancapino, Fernanda de Utrera, Chano Lobato, José Menese, Enrique Morente, Paco de Lucía... Figuras incuestionables de este arte y, algunos de ellos, grandes patriarcas gitanos. Los testimonios han sido recogidos por el autor que, con ritmo periodístico y rigor en clave de tragicomedia, transita desde la pena de la seguiriya al envolvente compás de las alegrías de Cádiz.
«Alfredo Grimaldos, uno de los más solventes estudiosos actuales del flamenco, ha sabido abordar con sobrada lucidez este significativo engranaje entre el cante y su escenario social.» J. M. Caballero Bonald
«Historias desgraciadas, anécdotas impagables y sobre todo un estilo asequible y rico hacen de esta una obra esencial no sólo para los devotos de nuestra música, sino también para los interesados en la historia de nuestro pasado siglo.» Efe Eme
«Meticuloso y entretenido, escrito con el respeto que merece un relato de injusticia y pena, de orgullo y alegría, de puro arte flamenco.» Rockdelux